AJEDREZTICO

"Si la belleza de la partida seduce al corazón, es el punto en la tabla el que convence a la razón."

Beneficios del ajedrez en los niños y niñas




 Tomado del libro
“¿Por qué el ajedrez en las escuelas?” del autor venezolano Uvencio Blanco.

1.1 El ajedrez desarrolla cualidades muy positivas en la personalidad y el pensamiento.

El ajedrez es un valioso instrumento pedagógico. Como juego o como deporte su aprendizaje y práctica desarrolla muchas cualidades importantes en las personas que lo practican. Desde áreas como el desarrollo del pensamiento hasta sus aspectos psicológico-formativos, el ajedrez es una importante herramienta de la cual, especialmente los niños y jóvenes, pueden obtener grandes beneficios educativos.
En su libro “¿Por qué el ajedrez en las escuelas?” del autor venezolano  Uvencio Blanco nos expone diversos estudios en dónde destaca los beneficios del ajedrez. Y los divide en las siguientes áreas.

1º Área Recreativa: La recreación es esencial en la salud mental y emocional de todo individuo. El niño disfruta de una partida de ajedrez en cualquier momento, con conocidos o desconocidos. El ganar una partida no sólo le produce placer sino además estimula la descarga de estrés, la relajación y eliminación de actitudes negativas-agresivas. Es entretenimiento a altos niveles de intelectualidad que mantiene a los jóvenes alejados de las calles, y puede estimular las habilidades lectoras en niños y jóvenes.
2º Área Deportiva: La actividad deportiva tiene un rol esencial para mejorar la calidad de vida de la población. La salud física y mental está íntimamente conectada con el ajedrez, ya que es un factor a través del cual se desarrollan tanto las facultades físicas como mentales, lo cual es esencial en el proceso educativo y de la integración social, haciendo énfasis en la masificación del deporte y la adecuada protección a deportistas y atletas.

3º Área Competitiva: Cuando la recreación y el deporte se unen, indiscutiblemente se llega a una fase competitiva, en donde el ajedrecista se motiva por su participación en todo tipo de actividades relacionadas a su deporte. Aspira a mejorar y para ello se prepara y espera poder demostrarlo en cada oportunidad, llevando como bandera la escuela a la que representa o el equipo al que pertenece, lo que le llena de satisfacción personal. La competencia deportiva moldea el carácter, enseña a luchar, a ganar y perder y a ser perseverante.

4º Área de la autoestima y de la formación de la personalidad: El ajedrez como pocos deportes tiende a estimular la autoestima en los niños. Al jugar ajedrez el niño es el “general” de su ejército, es el que dirige. Esto le ayuda con su imagen de sí mismo, de independencia y de toma de decisiones. Además al tener que defenderse o atacar, superar obstáculos y resolver situaciones, percibido esto en su vitrina psicológica, desarrolla sus capacidades de auto-control, paciencia, autonomía personal, capacidad de manejar estrés, astucia y fortaleza interior.

5º Área Intelectual: Con el ajedrez se entrenan muchas funciones del intelecto. Muchos atributos como una extraordinaria capacidad de concentración y atención focalizada, un alto nivel de observación, análisis, síntesis, razonamiento lógico, cálculo, constancia, memoria, agilidad y agudeza mental, ingenio, y actuar inteligentemente en todo momento, entre otras.

6º Conocimiento Histórico: al aprender ajedrez el joven llega a conocer el desarrollo histórico-geográfico e histórico-científico-tecnológico de este deporte en los pueblos; además de su relación con personajes históricos tales como Napoleón Bonaparte y Simón Bolívar, Alejandro Magno, Goethe, Kant, Franklin, grandes y sobresalientes estrategas cada uno en sus ramas y a la vez conocidos por su gran estima por nuestro noble juego.

7º Conocimiento Científico e Informático: El ajedrecista elabora y aprende métodos, tiene su propio objeto de estudio y se traza objetivos, hay una parte científica evolucionando en el estudiante donde la observación y el análisis juegan un papel importante;  y en el mundo actual, el conocimiento informático es parte de la formación integral de los educandos. El ajedrecista en la actualidad, maneja programas informáticos de alto nivel de complejidad y lo convierte en parte de su formación.

8º Área Ética: El ajedrez es un juego cuyo entorno se encuentra envuelto de normas y reglas técnicas preestablecidas que conoce y respeta el ajedrecista. Las cualidades desarrolladas por los jóvenes y niños les permite desarrollar un nivel de moralidad y ética deportiva que en suma, lo convierten en un ser integral y observador de las normas que rigen el comportamiento humano en su interacción social. Hacer trampa o desconocer las reglas, no son una posibilidad viable para el ajedrecista.



9º Área Estética: La belleza se convierte en  intelectual y esta se vuelve en arte del pensamiento. La belleza se expresa en el desarrollo de una partida con alto contenido de nivel técnico, o simplemente en la resolución de problemas complejos o en el estudio de finales artísticos. Estas emociones se relacionan con la perfección, denominador oficial de lo bello, es todo un conjunto de dinámica, ritmo y armonía de las piezas-figuras en el tablero. El ajedrecista logra apreciar estos privilegiados niveles de destreza, fuerza y agudeza mental y los resume en belleza, aspira a ello y es uno de los mayores gustos buscados por cualquiera.

10º Área Emocional: El ajedrez para el niño es una pasión colosal, en ella experimenta grandes cantidades de emociones, sentimientos encontrados a veces, que poco a poco por la misma dinámica del juego, debe aprender a canalizar de un modo positivo. En él se generan desde sentimientos optimistas, hasta pesimistas o negativos y escépticos o de desconcierto inclusive, que empieza a poder controlar durante la partida. Todo esto le permite fortalecer su voluntad y su personalidad.
A diferencia de otros deportes, en el ajedrez  se desarrolla un carácter más firme y armónico, ya que prepara el chico para disfrutar un triunfo moderadamente, o bien lo prepara para aceptar la derrota con temple y gallardía. El silencio adquiere al nivel de “valor” a ser respetado, así, tanto jugadores como espectadores se ven salpicados  por este nuevo valor: el triunfador y demás personas no expresan abiertamente y de alta voz su felicidad por la partida ganada o la terrible frustración que le embarga al perdedor del encuentro.
De esta forma, la emocionalidad al nivel que es desarrollada por el ajedrecista, le permite en el mundo real, superar altos estados de depresión generados por situaciones o eventos traumáticos en su vida, elimina la debilidad y fortalece el espíritu; y a su vez, le permite canalizar sus emociones de felicidad de una manera racional y respetuosa. En suma, el control de miedos y temores y de estados anímicos, convierten al ajedrecista en un controlador positivo de las emociones.

11º Área Preventiva: como se apuntó anteriormente, el ajedrez es una fuente de alejamiento de actividades detractoras del humano. El abandono de la escuela, las drogas, el alcoholismo, el ocio mal enfocado y otras, son actividades que muy excepcionalmente vencerán en el ajedrecista porque su tiempo es demasiado valioso para él y la auto destrucción está muy en contra de todas las aptitudes y cualidades del ajedrecista, ya que ello deviene en aceptar debilidad y torpeza, lo que sabemos no se encuentra dentro de la gama de características del jugador de ajedrez y el nivel de conciencia que este adquiere.
A diferencia de otros deportes, en el ajedrez no existe el “doping” para lograr un mejor rendimiento deportivo ya que es necesario que el jugador esté alerta, consciente y bien entrenado, por ello el ajedrecista es un sujeto sano, sobrio y libre de sospechas en ese sentido.
También se dice que por permanecer el cerebro en constante uso, la capacidad de memoria es muy buena, lo que reduce considerablemente la posibilidad de sufrir de Alzheimer o puede ser usado como terapia de este.

12º Área de la Salud Social: con todo lo que se ha descrito en párrafos anteriores, es innegable el hecho que el joven ajedrecista se encuentra con posibilidades más altas de tener una mejor salud mental y emocional que una persona cualquiera, por ejemplo, puede estar pasando momentos estresantes o traumáticos que requieren solución, entrar a una sala de juego, sentarse a jugar dejando todo eso totalmente fuera durante el juego, terminarlo y estar más relajado como para volver fríamente a su problema, enfrentarlo y resolverlo de mejor manera.
El ajedrez es bueno para jugarse a cualquier hora y en cualquier lugar, el entorno no parece entorpecer ni estorbar la felicidad y el disfrute del jugador, y mejora el humor y renueva fuerza para volver a las actividades cotidianas de las personas.

 
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